¿Te gusta la fantasía épica? Sí, esa que a veces es de corte medieval, oscura, con muchas batallas y un villano al que odiar con todas tus fuerzas. O esa que también tiene grandes héroes, dioses y diversas razas y culturas. Si es así, entonces eres muy como yo.
Nací en Valencia allá por los años ochenta y tantos. Aprendí a leer antes de hora porque soy una persona muy impaciente: necesitaba saber cómo continuaban y terminaban aquellos cuentos antes de irme a dormir. Ya en el colegio recuerdo que cuando me enseñaron a escribir me ponía muy nerviosa al ver la de faltas de ortografía que cometía, motivo para leer todavía más. Gracias a mi empeño y a que soy alguien perfeccionista conseguí escribir con muy buena letra y bastante bien en poco tiempo.
El primer libro que leí a los seis años fue La Historia Interminable de Michael Ende sin entender muy bien la historia, pero lo más importante es que disfruté leyendo y me enamoré de la fantasía.
A los diez me regalaron una máquina de escribir porque ya apuntaba maneras y escribí mis primeros relatos que no eran otra cosa que retellings, solo que en ese momento no sabía que se llamaban así.
Cinco años después comencé a crear Gala, mi mundo, pero tras unos pequeños esbozos lo dejé porque bueno… La adolescencia, que a veces puede ser muy dura.
Estudié administración y música pero sentía que faltaba algo en mi vida. De modo que retomé la escritura sobre mi mundo durante varios años, muy despacio y sin saber muy bien hacia dónde dirigir todo aquello. También leí muchos libros de fantasía, pero poco a poco iba dejando de lado lo juvenil para centrarme en lecturas más complejas. Tras leer El Señor de los Anillos y El Silmarillion comprendí qué quería escribir y cómo quería que fuera mi historia. El Silmarillion fue el libro que me hizo despertar realmente como escritora. Desde entonces siempre busco lecturas tan épicas como esta obra o incluso más.
En 2016 publiqué por primera vez con una editorial gracias a quedar finalista en el concurso que organizó la misma, pero no era lo que yo esperaba. Al año siguiente me propuse ser escritora independiente porque, como soy inquieta, necesito hacer cosas distintas. Y en 2018 publiqué el primer volumen de mi saga llamado Thalios I: El elegido de Morghael junto a un pequeño relato llamado El origen de Inframundo.
Actualmente tengo un trabajo de ocho horas a jornada completa y partida, por lo que estoy fuera de casa unas doce horas y mi tiempo es muy limitado, un marido tan friqui como yo y un hijo que también va por buen camino. Gracias a todo lo leído, visto en películas, series, animes y lo aprendido en escritura, soy bastante crítica y me encanta analizar los mundos y los personajes de otros autores.
Y sí, sigo aprendiendo cada día un poco más sobre este oficio, escribiendo fantasía épica, poniendo a mis personajes ante peligros inesperados, exponiéndolos a situaciones dolorosas y, si he de matar a alguno porque la trama lo requiere, no dudo: ese personaje muere. Suena muy duro, pero conmigo las cosas funcionan así.
Gala es un mundo vivo, joven, por lo que también sigo descubriendo pequeños rincones inexplorados con tanta ilusión como hace quince años. Esto es lo que más me gusta de ser escritora.
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